En cada fogata estaban destinados 6 grupos de 8 personas pudiendo ser alrededor de 48 hermanos, nosotras éramos 4 y al llegar al lugar nos unimos a otros 4 que estaban tan sorprendidos como nosotros, ya que en dicho lugar solo había un espacio para prender fuego y algo de leña pero nada más. No había fuego y no había ninguna herramienta que nos ayude a encender nuestra fogata. Lo primero que me vino a la mente fue: <
Bueno era hora de la segunda parte hacer nuestro Pacto y la idea era hacerlo alrededor de la fogata agarrados de las manos pero éramos tan pocos que pensaba como lo haremos sin quemarnos ya que nuestra fogata termino siendo grande, pero una voz sale y dice antes de nuestro pacto porque no cantamos algo y así lo hicimos.Un hermano del ministerio de alabanza estaba y nos dirigió con la alabanza “Pescadores de Hombres.” Cuando estábamos alabando vimos que un grupo grande de hermanos empezó a unirse a nosotros atraídos por el luz del fuego y la alabanza. Mi preocupación de cómo agarrarnos las manos alrededor de la fogata por ser pocos estaba resuelto ya no éramos pocos era un grupo grande de hermanos unidos en Cristo Jesús. Así que todos juntos terminamos con la dinámica haciendo nuestro Pacto con Dios alrededor de la fogata.
- Podemos comparar el prender esta fogata con el empezar una obra nueva: algunos nos rendimos rápido, otros preferimos irnos a lo fácil, grande y ya bien crecidito y con ministerios ya bien consolidados y maduros como era el rendirnos y unirnos a la fogata #1. Pero vale la pena esperar en Dios y no darnos por vencidos.
- Aprendimos que trabajar en equipo es lo mejor, que todos formamos un cuerpo que también los niños tienen su rol importante y que debemos contagiarnos de su energía y alegría.
- El detalle de la camioneta abierta con el encendedor y ubicada justo a nuestro lado la vimos como una señal de Dios. EL siempre está ahí con todo lo que necesitamos, solo basta dar los pasos a EL y abrir nuestros corazones. En El todo lo que buscamos y necesitamos para la obra misionera estará ahí y aun con más de lo que pedimos.
- Vimos como la luz del fuego y la alabanza atrajo a un grupo grandes de hermanos, aprendimos que cuando se trabaja en la obra debemos ser pacientes y tomarnos nuestro tiempo, pudimos acabar rápido las 2 dinámicas y cumplirlas pero no hubiesen sido completas sin el fuego y la cantidad de hermanos, el simple hecho de alabar antes de la segunda parte de la dinámica hizo que sigamos en la fogata ya que si hacíamos nuestro Pacto la dinámica acababa y así los hermanos no llegaban a compartir con nosotros.
- Los detalles que son muchos no solo acabaron en la fogata sino que Dios nos as que El actúa antes, durante y después; El es el mismo ayer, hoy y siempre. No hay duda que todos terminamos la actividad llenos de gozo, pero esa noche y todo lo que vivimos paso a ser un instrumento de ánimo para algunos, paso a ser una voz de Dios para otros, paso a ser una herramienta de evangelismo y conversión para otros. A veces esperamos que grandes oradores sean instrumentos de conversión pero esta fogata y así como ella simples detalles de Dios también son grandes herramientas de conversión y evangelismo. Lo importante es ser sensibles al lenguaje que Dios quiera usar para mimarte y demostrarte su amor.
"Ese fuego que pensábamos que nunca llegaría se convirtió en un poderoso símbolo de la presencia de Dios entre nosotros. Tuvimos la luz que nos unió en propósito. Antes del fuego unos trataban de encenderlo, otros compartían, otros observaban. Con el fuego se unieron nuestras manos y nuestra oración porque la luz de Dios disipa nuestra confusión, cansancio, duda y nuestras tinieblas."
-Rev. Carlos Pellot
"Dios nos alentó a estar pendientes a su voz, pues Él iba a hablarnos de alguna forma durante Caminemos Juntos y así lo hizo. ¡Dios es fiel!" -Aixa Pellot